Desde su etimología, la palabra Hispania alude a una mezcla de culturas y a una diferente interpretación del territorio por los distintos pueblos que lo habitaron. Algunos filólogos e historiades de la lengua defienden un posibile origen púnico del nombre de Hispania, de la voz fenicia i-shepham-im, donde la raíz SPN, equivalente a la etimología hebraica SPN (leído saphan, conejo), da la significación de "tierra de conejos." Otros
aceptan el origen semítico de esta palabra, pero con un diferente significado: "tierra del norte," lo que también es plausible considerando que los fenicios venían de la costa sur del Mediterráneo. Estas diferentes versiones resultan de la falta de vocales el alfabeto fenicio-hebreo, lo que permite hacer múltiples combinaciones con las consonates de las palabras.
El papiro del geógrafo griego Artemidoro de Efeso (siglo II a.n.e) es el testimonio más antiguo donde se usa el nombre Hispania para referirse a la Península Ibérica:
“Desde los montes Pirineos hasta los lugares del entorno de Cádiz y de las
regiones del interior, todo el país se llama de manera sinonímica Iberia e
Hispania. Ha sido dividida por los romanos en dos provincias. Y la primera
de ellas es la provincia que se extiende toda desde los montes Pirineos hasta
Nueva Cartago, Castolón y las fuentes del Betis. La segunda provincia es la
que comprende las zonas hasta Cádiz y las de toda Lusitania.”
Referencias:
http://interclassica.um.es/var/plain/storage/original/application/07dcc57a63d2783ca95a027b013bd9e6.pdf
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=699