En la elección del espacio para la futura construcción intervinieron arquitectos, canteros, constructores, teólogos, filósofos, médicos, alquimistas y todo un conjunto de sabios de la época. El lugar designado fue una planicie en la sierra Carpetana, a siete leguas de Madrid, donde se asentaba una pequeña población denominada Escorial.
Felipe II buscaba también un lugar para que sirviera como tumba a su padre, Carlos V, fallecido en su retiro de Yuste (Cáceres) en 1558. Así, destinado a ser el centro neurálgico de su vasto imperio, el Escorial se concebía como un gran templo-convento-palacio-biblioteca. Una moderna reconstrucción del templo de Salomón, según algunos estudiosos. Las distinas funciones de este conjunto arquitectónico se examinan en este video.
Referencias:
http://www.sanlorenzoescorial.com/general/apuntes.htm